En Chile, los indicadores de violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes siguen siendo elevados en la actualidad. Según Unicef (2020), el 63,3% de los padres o tutores reconocen el uso de métodos violentos de disciplina en la educación de niños, niñas y adolescentes. El 32,5% dice que utiliza métodos físicamente violentos. El 56,9% habla de métodos agresivos a nivel psicológico. “En Chile, la violencia está muy presente en las relaciones sociales. Y esta realidad se ve agravada por las desigualdades sociales y la pobreza que crean un sentimiento de injusticia e inseguridad“, subraya el socio del BICE, la Vicaría Pastoral Social Cáritas (VPSC)*.
La campaña “Un trato por el buentrato”, que lleva más de 20 años en marcha
Para hacer frente a esta situación, el VPSC lleva a cabo desde el año 2000 la campaña “Un trato por buentrato”, inspirada en la experiencia del socio del BICE en Uruguay.
Esta acción la llevan a cabo los adolescentes. Su objetivo es sensibilizar sobre el problema social de la violencia contra los niños, niñas y adolescentes. Se ofrece al público (alumnos, profesores, transeúntes, padres, etc., según el lugar elegido) una vacuna simbólica contra los abusos. Es una oportunidad para que los jóvenes informen al mayor número posible de personas y abran un diálogo sobre el tema. La acción finaliza con la entrega a los participantes de una tarjeta con compromisos para promover el buentrato y así prevenir el maltrato infantil.
Desarrollo de acciones para promover el buentrato
Sobre la base de esta larga experiencia “cuyo impacto es significativo a nivel local“, señala el VPSC, el socio del BICE decidió recientemente reelaborar su campaña, para adaptarla al contexto actual marcado por las crisis sociales que se producen desde el otoño de 2019 y la pandemia. Al mismo tiempo, ha desarrollado un material educativo llamado “Seamos protagonistas de una cultura del cuidado: una propuesta comunitaria para trabajar con niños y jóvenes”.
Estos cuadernos presentan actividades para niños, niñas y adolescentes de 5 a 11 años basadas en seis situaciones de violencia. Son una adaptación del método Grano de arena. Permiten que jóvenes educadores, animadores o voluntarios, implicados en la lucha contra la violencia y activos en centros comunitarios, aborden este tema con niños, niñas y adolescentes en talleres adaptados a las distintas edades. Estas actividades también favorecen la identificación y la prevención de las situaciones de violencia a las que pueden verse sometidos los jóvenes participantes.
“Trabajar con jóvenes adultos muy implicados en la promoción del buentrato a niños, niñas y adolescentes es esencial. Así es como las prácticas educativas positivas se desarrollarán y se convertirán en la norma y cómo la trivialización de la violencia desaparecerá“, dice VPSC.
El proyecto 2022-2023 de lucha contra la violencia
El objetivo de este nuevo proyecto, realizado con el BICE, es desarrollar estos dos esquemas educativos (campañas y talleres) y evaluarlos con la ayuda de los participantes. “Nuestro objetivo es adaptarnos constantemente para mejorar nuestras acciones y ser más relevantes.” Así, entre los resultados esperados, podemos mencionar :
– El desarrollo de factores de protección por parte de los niños, niñas y adolescentes, que se conciencian en la lucha contra la violencia. En particular, de carácter sexual. La identificación de los distintos actores de referencia. Y el aprendizaje de una cultura del buentrato y la solidaridad. Para ello, están previstos numerosos talleres para niños, niñas y adolescentes de 5 a 11 años. Así como la formación de jóvenes educadores o animadores para optimizar sus intervenciones.
– Mejorar el entorno de los niños, niñas y adolescentes. A través de la sensibilización, la información y la formación sobre el buentrato y la crianza positiva para las familias, la comunidad, los compañeros, etc., el proyecto pretende mejorar el entorno de los niños, niñas y adolescentes.
-Evaluación participativa de las acciones realizadas, de sus resultados y de la aplicación de los aprendizajes en las familias, comunidades y otros grupos en los que se desarrollaron las actividades.
*Desde 1993, el VPSC promueve y protege los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Entre las acciones realizadas: los campamentos urbanos de verano, que fomentan la participación de los jóvenes y la creación de entornos adecuados y seguros; el programa de erradicación progresiva del trabajo infantil; la campaña de prevención de la violencia contra niños, niñas, adolescentes y jóvenes…